miércoles, 4 de abril de 2007

Una fría mañana de abril

Todo comenzó una fría mañana de abril... Cuando el estruendo de una Mac sacudió el cielo. La gran manzana había hablado, quien se apodere del primer departamento en Gagel, será premiado con, ni más ni menos, que un estupendo computador último modelo (si, de esos) o unos pasajes en avión para quien sabe dónde.

Malbin era un habitaquo de lo más común y corriente, no se destacaba en muchas tareas, y ultimamente todo le salía mal. Su vida se había trastornado desde su nacimiento, y la gloria en su accionar solo se veía en sueños. Era ni más ni menos, que otro habitaquo entre la multitud.

Había pasado 42 horas sin dormir, sentado en la gran manzana, observando la inconmensurable estructura del gran Gagel.

Su trastorno y obsesión se habían convertido en tal, que hubiera dado cualquier cosa a cambio de lograr aquel preciado premio. No podía concebir aquella vida que llevaba, tan falta de logros personales y repleta de miseria y humillación.
Imposible era subir, lo sabía, existían miles de cientos de habitaquo's intentando trepar, bien alto, donde serían vistos por todos.

Reposó su pequeña cabeza sobre el banco de madera azul celeste, y se durmió.

3 comentarios:

arroz dijo...

me encanto la frase "la gloria en su accionar solo se veía en sueños".

Dana dijo...

estás bien loco. sigue así, me encantan tus cuentos! son re metafóricos.
adieux

Speedcat Hollydale dijo...

What is Habitaquo? I really want to know.

Speedcat Hollydale